sábado, 29 de septiembre de 2012

Compilado...


Octavio Paz y Elena Garro

Amor y Paz
Los escritores Octavio Paz y Elena Garro estuvieron casados de 1937 a 1963, tuvieron una hija de nombre Laura Helena. Durante el noviazgo (1935), el futuro Premio Nobel de Literatura 1990 escribió unas 20 cartas de amor que en total ocupan 17 páginas. En ellas hay fragmentos como:

El temor que nos sobrecoge es un temblor sagrado. Un hombre ama a una mujer y la besa: de ese beso nace el mundo...Creces, surges, fuera, dentro, impalpable, en el aire y el alma -un alma como aire mecido en música con un tacto de luz…Doy gracias a Dios porque existes.

Juan Rulfo y Clara Aparicio

Clara Angelina Aparicio Reyes, esposa y compañera de Juan Rulfo, recibió 81 cartas de amor del autor de 1945 a 1950, años de noviazgo y primeros de matrimonio. En las respuestas a las misivas, ella hace varias observaciones sobre Pedro Páramo. Incluso el libro El Llano en Llamas está dedicado a ella. 
Chachinita, como cariñosamente la llamaba, leía frases como:

Desde que te conozco, hay un eco en cada rama que repite tu nombre; en las ramas altas, lejanas; en las ramas que están junto a nosotros, se oye. Se oye como si despertáramos de un sueño en el alba. Se respira en las hojas, se mueve como se mueven las gotas del agua. Clara: corazón, rosa, amor...Junto a tu nombre el dolor es una cosa extraña. Es una cosa que nos mira y se va, como se va la sangre de una herida; como se va la muerte de la vida. Y la vida se llena con tu nombre: Clara, claridad esclarecida. Yo pondría mi corazón entre tus manos sin que él se rebelara…

Jaime Sabines y Chepita

Jaime Sabines y Josefina.
 La fuente de pasión amorosa de Jaime Sabines fue Josefa Rodríguez, Chepita. En 1947 comenzó la escritura de las cartas del poeta chiapaneco cuando tenía 21 años, donde ya deja ver su talento en las letras:
¿Es posible que, a estas alturas, no creas en mí? ¿O te sientas débil ante la distancia y ante el tiempo? Yo nunca te he jurado fidelidad sexual; no podría ser; es absurdo; tú misma no la deseas. El que yo ande con otra no quiere decir que deje de andar contigo. Tú estás más allá de todo esto, linda. Sería hacerte pequeña introducirte en estas pequeñeces. Tú no eres ni circunstancia ni accidente –te lo he dicho–, tú eres intimidad, esencia.
En otro carta el amoroso Sabines dice: Es posible que te haya hecho daño muchas veces. Es posible que aún te haga más mal. Pero quiero pedirte que todo lo perdones. Yo siempre he querido estar seguro de que me quieres como soy, y entonces me he propuesto ser como soy. Nada me ha detenido. Nada podría tampoco hacerme falso, distinto... No lo olvides. Sabes bien que mientras tú seas tú yo seré tuyo. Que giro alrededor de ti, que sólo en ti he encontrado paz y alegría. Y que muchas veces me voy, sólo porque quiero volver.


Frida Kahlo y sus novios


Con un lenguaje vivaz, auténtico, sencillo y al servicio de lo realmente importante que es comunicar, la pintora Frida Kahlo escribió distintas cartas a sus parejas sentimentales que muestran su sensibilidad.
En 1926 a su novio Alejandro Gómez Arías: …aunque haya dicho Te Quiero a muchos y haya tenido citas y besado a otros, en el fondo sólo te he amado a ti…
En 1935 al pintor Diego Rivera: ¿Por qué seré tan mula y rejega de no entender que las cartas, los líos con las enaguas, las profesoras de…inglés, las modelos gitanas, las ayudantes de “buena voluntad”, las discípulas interesadas en el “arte de pintar” y las “enviadas plenipotenciarias de lejanos lugares” significan únicamente vaciladas, y que en el fondo tú y yo nos queremos harto?
En 1947 a Carlos Pellicer: ¿Se pueden inventar verbos? Quiero decirte uno : Yo te cielo, así mis alas se extienden enormes para amarte sin medida.

Diego Rivera y Frida Kahlo

El muralista mexicano estuvo casado de 1911 a 1921 con la rusa Angelina Beloff; volvió a contraer nupcias en 1922 con Guadalupe Marín y en 1928 se divorcian. Su tercer matrimonio fue en 1929 con Frida Kahlo, a quien le enviaba cartas, algunas de ellas ilustradas, en 1939 le dice:Diego y Frida
Tu retrato nuevo con tu Chang (un mono, mascota de la artista) está verdaderamente maravilloso, tu genio de pintor está en el cuadro y en tu imagen, decididamente no hay ningún pintor viviente que pueda hacer lo que tú”. Kahlo, por su parte, dice de Diego: Rivera, revolucionario rojo, rompió realmente reacción recomendando realidad.

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